Tras días de espera, por fin ha
llegado. Ya tenemos en nuestras manos la caja con el nuevo terminal móvil,
último modelo. Lo abrimos con cuidado. Separamos los diferentes accesorios, que
hasta hace unos días no conocíamos, pero ya consideramos vitales en nuestro día
a día. Llega el ansiado momento del encendido, pero espera: — ¿Mari, cómo diantres
se mete la tarjeta SIM?—Tras arduas investigaciones, análisis sintáctico del
manual de instrucciones y darle catorce vueltas al móvil buscando la ranura,
encontramos nuestro objetivo. Es hora de ponerse la bata de cirujano, respirar
hondo y tratar de introducir esa minúscula tarjetita en el hueco
correspondiente. La emoción nos invade, ahora, por fin, podemos encender el
móvil. Misión fallida, tarjeta SIM no detectada. Vuelta a empezar.
Este y otros típicos problemas
asociados a la liberación de terminales, para su utilización con tarjetas de
otras operadoras, están llegando a su fin. La tarjeta SIM física, tal y como la
conocíamos hasta ahora, tiene los días contados. Durante el pasado Mobile WorldCongress de Barcelona, la asociación que engloba a los principales operadores
telefónicos del planeta, GSMA, dio luz verde al proyecto que quiere acabar con
la tarjeta SIM tradicional y convertirla en un elemento, apto para todas las compañías,
integrado de forma permanente en los terminales.
El objetivo principal es crear un
dispositivo incluido en el terminal, que será conocido como e-SIM, y que
permitirá a los usuarios poder disfrutar de los servicios de los diferentes
operadores de forma remota. Solo tendremos que ponernos en contacto con el
operador que más nos interesa y ellos serán los encargados de ponerla en
funcionamiento. Además de la obvia ventaja de eliminar la tarjeta física, la
e-SIM permitirá a las compañías telefónicas abaratar costes respecto a la
cantidad de tiendas de telefonía existentes en la actualidad y este aspecto
repercutirá en el bolsillo de los usuarios. Esperemos que también agilice los
trámites a la hora de realizar una portabilidad y favorezca la competencia en
cuanto a precios.
A parte de la telefonía
tradicional, otro campo que se ve muy beneficiado por el desarrollo de estas
e-SIM es el denominado como “Internet de las Cosas”. Con “Internet de las Cosas”
nos referimos a la posibilidad de interconexión de elementos cotidianos gracias
a Internet. Cada vez queda menos para
que en casa tengamos una nevera conectada a la red y que sea capaz de, con
total autonomía, analizar los productos que van faltando e ir elaborando la
lista de la compra. En el mundo del automóvil, el Internet de las Cosas también
tendrá su utilidad: las aseguradoras podrán conocer nuestros hábitos de
conducción y elaborar una póliza totalmente personalizada.
Doctor, ¿cuál es la esperanza de
vida de la SIM tradicional? Todavía no sabemos fechas exactas, pero Apple y
Samsung ya están trabajando de forma conjunta en su desarrollo, según informa
el Financial Times, (que por cierto, acaba de ser comprado por el grupo
editorial japonés Nikkei). Grandes operadores internacionales como AT&T,
T-Mobile, Deutsche Telekom, Vodafone, Orange y Movistar se han declarado a
favor de la iniciativa de la e-SIM y esperan que pueda convertirse en una
realidad a finales de 2016.
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